Con este nombre evocador de la “fortuna” que le ha dado el circuito Islas Canarias al automovilismo y que hemos heredado de Juan Alfonso Rodríguez Díaz como su máximo impulsor, se ha titulado por parte de su autor Román del Pino –piloto y artista-, a la escultura que a partir de este domingo lucirá para siempre en un privilegiado lugar de este recinto del motor.
Curiosamente, su elaboración principal se compone de las cadenas de un barco, que se botó justo el año 1954, cuando se iniciaba por entonce el automovilismo en Gran Canaria con el rallye que lleva el nombre de la isla.
Anoche fue descubierta por su hijo Alfonso Rodríguez y el propio realizador de Talismán, en compañía de los representantes del consistorio teldense y los presidentes federativos, después de la lectura de una preciosa poesía de la mano y voz de Chessye Nan y una semblanza realizada por el periodista del motor Juan José Alonso:
“Juan Alfonso fue un gran creador del automovilismo por aquellos coches que se inventaba como el R-5 Bimotor, entre otros”, pero sin lugar a dudas su gran creación fue el Circuito Islas Canarias”.
También asistieron los actuales regentes del CDIC, Angel Trigueros y Emilio Monzón, que siguen efectuando obras de mejora para devolverle el esplendor de su gloriosa época con la Carrera de Campeones.
Foto: PEDRO PEÑATE